miércoles, 7 de octubre de 2009

Para Paco Huidobro

Fotograbado de Paco Huidobro
Fotografia: Toni Francois


A un músico, a Paco…

No se si has leído “El nacimiento de la tragedia” de Nietzsche. De forma alegórica explica como la tragedia está dividida en dos: lo Apolíneo y lo Dionisiaco. El primero se refiere al arte plástico, el que nos mete en el ensueño. La ensoñación es algo que esta naturalmente en nosotros, nos atrapa y ni nos damos cuenta. ¿Cuantas veces no hemos visto a un niño diciendo que es un superhéroe? No es que este jugando el papel de uno, él mismo cree profundamente en que lo es. Y estas solo en ese sueño. Nadie más sueña por ti.
Muchas personas andan buscándole un sentido a la vida cuando este no existe. El arte se crea gracias al sin sentido de la vida. Al darnos cuenta, se genera un vacío enorme y creamos arte para alimentar el alma.
. La antitesis de lo Apolíneo es lo Dionisiaco. El mundo de la embriaguez. Cuando te embriagas el individuo desaparece. Ya no es el sueño lo que vivimos, sino lo real, el peso que nos tira para abajo. Lo triste. Es esa tristeza, la que sale del corazón del hombre de forma lírica. Es ahí cuando se crea la música. Al venir del centro del hombre es irremediable que sea algo bello. Una belleza más allá de la razón. Es sublime.
Según Nietzsche la tragedia es el “gran” arte, pero es un mundo de contradicciones constantes. Estas contradicciones están dentro de uno mismo. Siempre soñamos, siempre nos embriagamos. Los dos chocan, pero se crea algo.
Ojala algún día pueda tomar prestada tu música para juntarla con mi plástica y ver que pasa….

No hay comentarios:

Publicar un comentario